Antoni Sas Llauradó
Vall Palou. Arte Contemporáneo
Iniciamos, hoy, con este vernissage la rentrée de este otoño. Todas cinco “bellas artes” –cualificadas así de siempre– han producido una “ruptura” con el pasado.
En el mundo de la literatura se da un tipo de poesía totalmente diferente. El caso de Foix i Brossa es la “ruptura”.
En el de la música –arte básicamente “abstracto”- salvando composiciones como la Pastoral de Beethoven, un Pier Gynt de Grieg, una Rhapsody in blue de Gershwin entre otras, se produce una buena ruptura con Arnold Schönberg, al combinar sonidos puros entre sí. Hasta, la música de jazz –improvisación sin partitura- produce su “ruptura”.
En el terreno de la escultura también se produce la “ruptura”. El vasco Chillida –por mencionar un nombre- utiliza un idioma totalmente distinto, que es antagónico a toda escultura realizada hasta entonces.
Hacia los años 30, los padres de la arquitectura moderna –Le Corbusier, Gropius, Mies van der Rohe, Aalto i Lloyd Wright- dejan totalmente el pasado e incorporan otro lenguaje “rupturista” al proyectar y realizar sus edificios.
He dejado para el final la pintura. Ya quedan lejos el impresionismo, el cubismo, el fauvismo entre otros ismos y movimientos. Se ha ido produciendo “rompimiento” con el pasado. La pintura es color i composición. Queda a la vista de todos ustedes…
Antoni Sas Llauradó
Doctor Arquitecto
En el mundo de la literatura se da un tipo de poesía totalmente diferente. El caso de Foix i Brossa es la “ruptura”.
En el de la música –arte básicamente “abstracto”- salvando composiciones como la Pastoral de Beethoven, un Pier Gynt de Grieg, una Rhapsody in blue de Gershwin entre otras, se produce una buena ruptura con Arnold Schönberg, al combinar sonidos puros entre sí. Hasta, la música de jazz –improvisación sin partitura- produce su “ruptura”.
En el terreno de la escultura también se produce la “ruptura”. El vasco Chillida –por mencionar un nombre- utiliza un idioma totalmente distinto, que es antagónico a toda escultura realizada hasta entonces.
Hacia los años 30, los padres de la arquitectura moderna –Le Corbusier, Gropius, Mies van der Rohe, Aalto i Lloyd Wright- dejan totalmente el pasado e incorporan otro lenguaje “rupturista” al proyectar y realizar sus edificios.
He dejado para el final la pintura. Ya quedan lejos el impresionismo, el cubismo, el fauvismo entre otros ismos y movimientos. Se ha ido produciendo “rompimiento” con el pasado. La pintura es color i composición. Queda a la vista de todos ustedes…
Antoni Sas Llauradó
Doctor Arquitecto