Josep Miquel Garcia
La voluntad de pintar
Si la exposición del pasado mes de junio en la Sala Gótica del Instituto de Estudios Ilerdenses significaba la presencia individual más emblemática de Vall Palou y a la vez representaba su deseo de introducirse en la escena leridana con nombre propio, la muestra que ha ofrecido ahora en la Sala Art Box de Barcelona indica su voluntad de darse a conocer más allá del ámbito de nuestra ciudad.
Entre una exposición y otra existen coincidencias lógicas y novedades específicas. Se puede constatar la firmeza de su discurso no figurativo, la experimentación por la búsqueda de ambientes cromáticos y materias en diferentes soportes, la expresividad de una pintura llena de gestualismo y propiedad. Un trabajo al fin y al cabo que se adentra en la obra llevando a cabo una investigación de nuevas soluciones cromáticas.
La dimensión de la sala barcelonesa ubicada en la tradicional Calle Petritxol y el singular sistema expositivo de Art Box, que aumenta la capacidad de visionar un número mayor de obras realizadas sobre papel, ha facilitado la inclusión de pinturas que participaban formalmente del espíritu de las obras conocidas, y los trabajos más recientes que protagonizan esta primera presentación en la capital.
Vall Palou ha ejercido últimamente una voluntad de síntesis, de despojamiento del simbolismo pictórico de sus materias coloreadas, para dotar de significación dominante al color blanco. Sobre soportes en papel o en telas con colores acrílicos, el blanco actúa bien de fondo o bien de contraste para perfilar caligrafías gestuales de signos o de trazos expresivos. Salpicaduras de tintas negras, drippings, que ocupan la superficie de la obra valen para encontrar soluciones de la dialéctica entre el color y el no-color, entre el fondo y la figura, buscando un diálogo entre el vacío y la plenitud, entre el pensamiento y la pasión, tal como se puede argumentar de estas zonas que combinan la placidez del silencio del blanco con el gesto enérgico de la acción pictórica. Muchas de las pinturas recientes están en esta relación donde el color blanco protagoniza una perspectiva que se aleja de la alegoría simbólica. El blanco es así mismo motor de otras telas con más presencia pictórica que vuelven a iluminar el encuentro de esta tonalidad con otras perspectivas. Composiciones en definitiva de una voluntad más lírica de la acción expresivamente abstracta.
Otras pinturas en que la elaboración de un fondo pictórico rico en matices pone de manifiesto su metodología de difuminar el color hasta que forme parte del soporte presentan collages de formas orgánicas y vegetales, una innovación llena de sugerencias y posibilidades de abrir nuevas perspectivas internas a sus composiciones que valen para relacionar fondo y figura.
Vidal Codina, escribe el catálogo de presentación y recuerda el compromiso de la autora con la pintura destacando que no se trata de una obra que se mantenga por un ejercicio de azar. Esta metodología que podía mostrar un camino del no-método ha sido definida por la filosofía y la ciencia más reciente que conduce a la misma finalidad que la racionalidad. Si el azar promueve e incentiva la pintura que se transforma a través de la mano del pintor sin recorrer el pensamiento, evidencia a la vez la intuición pulsional adecuada para aquel que basa su obra en la percepción emocional.
Josep Miquel Garcia
Delegado de artes plásticas de la Generalitat de Catalunya
Periódico El Segre
Entre una exposición y otra existen coincidencias lógicas y novedades específicas. Se puede constatar la firmeza de su discurso no figurativo, la experimentación por la búsqueda de ambientes cromáticos y materias en diferentes soportes, la expresividad de una pintura llena de gestualismo y propiedad. Un trabajo al fin y al cabo que se adentra en la obra llevando a cabo una investigación de nuevas soluciones cromáticas.
La dimensión de la sala barcelonesa ubicada en la tradicional Calle Petritxol y el singular sistema expositivo de Art Box, que aumenta la capacidad de visionar un número mayor de obras realizadas sobre papel, ha facilitado la inclusión de pinturas que participaban formalmente del espíritu de las obras conocidas, y los trabajos más recientes que protagonizan esta primera presentación en la capital.
Vall Palou ha ejercido últimamente una voluntad de síntesis, de despojamiento del simbolismo pictórico de sus materias coloreadas, para dotar de significación dominante al color blanco. Sobre soportes en papel o en telas con colores acrílicos, el blanco actúa bien de fondo o bien de contraste para perfilar caligrafías gestuales de signos o de trazos expresivos. Salpicaduras de tintas negras, drippings, que ocupan la superficie de la obra valen para encontrar soluciones de la dialéctica entre el color y el no-color, entre el fondo y la figura, buscando un diálogo entre el vacío y la plenitud, entre el pensamiento y la pasión, tal como se puede argumentar de estas zonas que combinan la placidez del silencio del blanco con el gesto enérgico de la acción pictórica. Muchas de las pinturas recientes están en esta relación donde el color blanco protagoniza una perspectiva que se aleja de la alegoría simbólica. El blanco es así mismo motor de otras telas con más presencia pictórica que vuelven a iluminar el encuentro de esta tonalidad con otras perspectivas. Composiciones en definitiva de una voluntad más lírica de la acción expresivamente abstracta.
Otras pinturas en que la elaboración de un fondo pictórico rico en matices pone de manifiesto su metodología de difuminar el color hasta que forme parte del soporte presentan collages de formas orgánicas y vegetales, una innovación llena de sugerencias y posibilidades de abrir nuevas perspectivas internas a sus composiciones que valen para relacionar fondo y figura.
Vidal Codina, escribe el catálogo de presentación y recuerda el compromiso de la autora con la pintura destacando que no se trata de una obra que se mantenga por un ejercicio de azar. Esta metodología que podía mostrar un camino del no-método ha sido definida por la filosofía y la ciencia más reciente que conduce a la misma finalidad que la racionalidad. Si el azar promueve e incentiva la pintura que se transforma a través de la mano del pintor sin recorrer el pensamiento, evidencia a la vez la intuición pulsional adecuada para aquel que basa su obra en la percepción emocional.
Josep Miquel Garcia
Delegado de artes plásticas de la Generalitat de Catalunya
Periódico El Segre