Pilar Giró
Blancos
AYER, HOY, MAÑANA
Nacida en Lleida, Vall Palou cursó estudios universitarios entre su ciudad natal, donde estudió Bellas Artes, y Zaragoza. Atraída desde muy joven por las artes plásticas, los años 90 serán años de experimentación con toda clase de bases artísticas, a parte de la tela tradicional o la madera, ya conocidas desde siempre. Su entrada en la técnica del grabado supondrá una nueva experimentación con las texturas, la mancha y el color, así como también la consolidación de una carrera llena de exposiciones, actualmente más de 40 muestras, que la han llevado a visitar salas nacionales e internacionales.
Desde siempre esta artista, se ha sentido atraída por la aventura plástica. Durante su formación empleó diferentes técnicas, pero fue con la pintura al óleo donde se encontró más cómoda para establecer su propio lenguaje lleno de artificios cromáticos y múltiples texturas materiales. Incluso así, la inquietud de investigar, no solamente por una formación científica, si no como una necesidad vital, la ha llevado a conocer e incorporar nuevos materiales como la cerámica, la madera o el vidrio, con la directriz de una finalidad única: acercar la pintura como espacio donde expresar su propia sensibilidad de la forma más directa y sincera posible.
UNIÓN CON LA OBRA. El resultado de todo este camino de búsqueda se expuso por primera vez el año1955. Mostró una obra que ya empezaba a estar consolidada, a la cual no le hacían falta preámbulos ni justificaciones, incluso cuando la asimilación del abstracto está tan digerida que ya no hacen falta explicaciones de método si no, más bien, de discurso.
Y esto es lo que hace Vall Palou a lo largo de toda su obra: desarrollar una pintura de raíces informalistas, de mancha, de perder miedos sobre la tela, con trazo directo, visceral y libre de cualquier connotación figurativa para llegar al estado en que es posible representar el sujeto sin forma y en el que consigue, como dice Vall Palou, que pintura y pintor sean, aún más, una misma cosa.
EL CAMINO DE PROPIEDAD. Ya que no es una pintura representacional, su obra es la expresión del procedimiento. Vall Palou acumula pigmentos y texturas en la tela hasta que encuentra aquello que busca. De esta manera, la pintura toma un camino de propiedad que, partiendo de un nacimiento casi intuitivo, provoca en el espectador la necesidad de mezclar intelecto y sensibilidad si quiere llegar a comprender un espacio que, y aquí está la paradoja, viene definido por la obra aunque sea indefinido físicamente.
En sus próximas exposiciones al Colegio de España, – Cité Internationale Universitaire de París-, durante los meses de febrero y marzo, o en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid, el próximo julio, agosto y setiembre, tendremos la oportunidad de observar un discurso poético, explicado a través de una percepción emocional de la realidad. El goteo de un color libre de conceptos, aparece la materia, recuerdo del encuentro entre artista y obra en un momento concreto, en un tiempo que, sea o no un invento, es el protagonista.
Pilar Giró
Crítica de arte y comisaria independiente
Revista Bonart
Nacida en Lleida, Vall Palou cursó estudios universitarios entre su ciudad natal, donde estudió Bellas Artes, y Zaragoza. Atraída desde muy joven por las artes plásticas, los años 90 serán años de experimentación con toda clase de bases artísticas, a parte de la tela tradicional o la madera, ya conocidas desde siempre. Su entrada en la técnica del grabado supondrá una nueva experimentación con las texturas, la mancha y el color, así como también la consolidación de una carrera llena de exposiciones, actualmente más de 40 muestras, que la han llevado a visitar salas nacionales e internacionales.
Desde siempre esta artista, se ha sentido atraída por la aventura plástica. Durante su formación empleó diferentes técnicas, pero fue con la pintura al óleo donde se encontró más cómoda para establecer su propio lenguaje lleno de artificios cromáticos y múltiples texturas materiales. Incluso así, la inquietud de investigar, no solamente por una formación científica, si no como una necesidad vital, la ha llevado a conocer e incorporar nuevos materiales como la cerámica, la madera o el vidrio, con la directriz de una finalidad única: acercar la pintura como espacio donde expresar su propia sensibilidad de la forma más directa y sincera posible.
UNIÓN CON LA OBRA. El resultado de todo este camino de búsqueda se expuso por primera vez el año1955. Mostró una obra que ya empezaba a estar consolidada, a la cual no le hacían falta preámbulos ni justificaciones, incluso cuando la asimilación del abstracto está tan digerida que ya no hacen falta explicaciones de método si no, más bien, de discurso.
Y esto es lo que hace Vall Palou a lo largo de toda su obra: desarrollar una pintura de raíces informalistas, de mancha, de perder miedos sobre la tela, con trazo directo, visceral y libre de cualquier connotación figurativa para llegar al estado en que es posible representar el sujeto sin forma y en el que consigue, como dice Vall Palou, que pintura y pintor sean, aún más, una misma cosa.
EL CAMINO DE PROPIEDAD. Ya que no es una pintura representacional, su obra es la expresión del procedimiento. Vall Palou acumula pigmentos y texturas en la tela hasta que encuentra aquello que busca. De esta manera, la pintura toma un camino de propiedad que, partiendo de un nacimiento casi intuitivo, provoca en el espectador la necesidad de mezclar intelecto y sensibilidad si quiere llegar a comprender un espacio que, y aquí está la paradoja, viene definido por la obra aunque sea indefinido físicamente.
En sus próximas exposiciones al Colegio de España, – Cité Internationale Universitaire de París-, durante los meses de febrero y marzo, o en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid, el próximo julio, agosto y setiembre, tendremos la oportunidad de observar un discurso poético, explicado a través de una percepción emocional de la realidad. El goteo de un color libre de conceptos, aparece la materia, recuerdo del encuentro entre artista y obra en un momento concreto, en un tiempo que, sea o no un invento, es el protagonista.
Pilar Giró
Crítica de arte y comisaria independiente
Revista Bonart